Durante las últimas semanas Zoom ha sido el centro de varias controversias relativas a la fortaleza de su sistema de seguridad y el descuido intermitente que han mostrado al "proteger" la privacidad de sus usuarios.
Particularmente en los últimos días hemos visto filtrarse más y más ejemplos de los fallos en la plataforma; que indudablemente la muestra como una alternativa no tan confiable como pensábamos originalmente.
Pero el punto máximo del colmo parece que acaba de publicarlo el Washington Post, tras revelar que miles de videoconferencias supuestamente privadas en realidad están al alcance de una simple búsqueda en Google.Los videos encontrados y vistos por The Washington Post incluyen sesiones de terapia individualizadas; una orientación de capacitación para trabajadores que realizan llamadas de telesalud que incluía los nombres y números de teléfono de las personas; reuniones de pequeñas empresas que incluían estados financieros de empresas privadas; y clases de primaria, en las que se exponían los rostros, las voces y los detalles personales de los niños.
Muchos de los videos incluyen información de identificación personal y conversaciones profundamente íntimas, grabadas en los hogares de las personas.
Es lo que señala el diario sobre el material que encontró, en donde incluso en algunos casos había desnudos.
Según marca la publicación, cuando alguien realiza una videoconferencia en Zoom, quien la organiza tiene la opción de guardar el archivo del video. Ya sea de manera local o en la nube, en alguno de los servidores de la plataforma.
El asunto es que en cualquiera de los casos el video siempre se guarda con la misma nomenclatura y secuencia en el nombre del archivo.
Entonces basta con empezar a escribir esa secuencia para que Google muestre resultados con videos online de miles de sesiones.
Otro motivo para usar Meet o alguna otra alternativa.
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